Los mamíferos, a simple vista, no resultan abundantes en el Termet y sus zonas de influencia. La idiosincracia de esta clase animal, las necesidades de sus especies y la antropización de la zona no dan mucho pie para ello. De hecho, solo podemos observar de forma asidua a la ardilla correteando entre las ramas de los pinos y a los murciélagos en sus vuelos; el resto de mamíferos permanecen en un seguro anonimato, ocultos, huidizos y siempre distantes. Pero esto no quiere decir que no los haya y posiblemente la zona esté habitada por más especies de las que suponemos.
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